lunes, 26 de marzo de 2012

Una virosis de carácter benigno




(Imágenes de cactus  propios)

“La cactofilia (pasión por los cactus) es una virosis de carácter benigno, poco conocida en nuestro medio, pero muy difundida en los países desarrollados. Hasta ahora no se han reportado casos fatales en la literatura mundial, pero su incidencia es mayor cada día, de acuerdo a informes recientes.
El contagio se produce ante la presencia de una o varias plantas de la familia cactácea y cuando el agente causal (léase cactus) se encuentra en flor, es muy difícil no contraer la enfermedad. Paradójicamente, las especies pequeñas son más virulentas que las especies de gran tamaño, con algunas excepciones.

Estudios retrospectivos parecen indicar que desde el descubrimiento de América, los europeos adquirieron esta virosis que ha tenido caracteres de epidemia en Inglaterra en el siglo XVIII y posteriormente en Francia y Alemania en el siglo XIX. A partir del siglo XX, debido al desarrollo de las comunicaciones, es endémica a nivel global.
Curiosamente, en el continente americano, de donde son oriundos los agentes causantes de esta virosis (los cactus), los latinoamericanos son aparentemente inmunes, por eso, los pocos casos reportados se atribuyen a migraciones del exterior. En cambio, en los Estados Unidos y Canadá la incidencia es similar a la del viejo continente, por razones genéticas.

Se conocen diversas formas clínicas:
En los casos leves, los cactofílicos se contentan con cultivar algunas plantas de esta familia y aún aprender sus complicados nombres en latín.
En los casos agudos, los cactofílicos sienten la imperiosa necesidad de realizar peregrinaciones a conocidossantuarios de cactus como la quebrada Tinajas, en el valle de Lurín o al valle del río Chillón, ambos cercanos a la ciudad de Lima y apreciados por la cantidad y variedad de dichas plantas, motivo de veneración.
Manifestaciones más severas convierten a estos enfermos en adictos, quienes compulsivamente, tratan de obtener todas las formas de cactus que existen, alrededor de 120 géneros y unas 2000 especies.
 
Formas más avanzadas de cactofilia los agrupa en clubes o asociaciones, al igual que los diabéticos o los hemofílicos, para intercambiar experiencias e informaciones acerca del hallazgo de nuevos objetos de culto (cactus), los cuales publican en boletines o revistas.
Como en la mayoría de las virosis, no existe un tratamiento efectivo para esta afección y los intentos para conseguir una vacuna anticactofílica han fracasado rotundamente, como en el caso del resfrío común, debido a la gran diversidad de agentes patógenos, es decir, los cactus..."

 Carlos Ostolaza Nano (de su muy lúcida introducción a la publicación "101 cactus del Perú")